Al Puma de Laukariz le está entrando mucha hambre…

Javier Sainz ha completado un notable inicio de temporada en el Challenge Tour. El golfista vizcaíno de 29 años ha jugado cuatro torneos, todos en Sudáfrica, ha pasado el corte cada vez y ha finalizado en tres ocasiones entre los 30 primeros. Es la definición de consistencia. Ocupa el puesto 27º en la Road to Mallorca, el ranking del Challenge. El año no ha hecho más que empezar, pero Sainz, el Puma de Laukariz, ha puesto unos cimientos sólidos para el gran objetivo: primero, meterse en la gran final del Challenge de Mallorca (45 primeros) y segundo, acabar entre los 20 primeros y ascender al DP World Tour.

Javier pasa unos días en su casa de Barcelona, ciudad a la que se mudó para darle un impulso a su carrera, allí encontró el entorno ideal para hacer progresar su golf, y el domingo volverá a hacer las maletas para viajar a Kenia, donde jugará un torneo del DP World Tour que también vale para el Challenge. Doble oportunidad. Entre descanso, una visita a Madrid para asistir a una clase con el gurú Mike Kamski y el fisio, atiende la llamada de la Federación Vizcaína de Golf.

Buenos resultados, arranque potente, ¿cuáles son tus sensaciones?

Estoy contento. El juego ha estado bastante sólido. Sólo me queda la pequeña espina de no haber hecho un poco más los fines de semana. Me cuesta ir a por todas los dos últimos días y es lo que queremos corregir. Estoy fallando muy pocos tiros y tanto en el campo como fuera de él estamos funcionando muy bien Morago (David, su caddie) y yo. Salvo el sábado pasado en Port Elizabeth, donde salió una ronda en la que todo lo que podía salir mal, salía, que si una bola injugable, que si tres putts por aquí… la verdad es que bien. Estoy bastante ordenado desde el tee.

¿Dónde crees que debe mejorar para pasar de hacer muy buenos resultados a pelear por las victorias?

Me falta atacar un poco más a la bandera, sin pensar tanto en dónde está el lado malo. Me siento más cómodo tirando un golpe a siete metros a la izquierda de la bandera, por ejemplo, que a tres metros, y hay algunas posiciones en las que me achantaba. Esto es lo que queremos corregir, sobre todo porque estoy jugando muy bien, pegando buenos golpes y hay que confiar más. Tengo que ser un poco más agresivo. Es un tema de actitud, de vamos a por ello. Hay que cambiar el miedo a perder algo por la ambición de ganar. Si de diez golpes sé que ocho los puedo dejar a tres metros, hay que confiar en eso y lanzarse para dejarme más opciones de birdie, porque desde siete metros no se meten muchos putts.

¿Has estado en Madrid trabajando el putt con el gurú Mike Kamski?

Así es, ha sido una clase de hora y media organizada por el Pro Spain. Me ha ayudado mucho en el tema de las caídas para mejorar las lecturas. Estuve con Lucas Vacarisas y Quim Vidal y sabe mucho. Me ayudó a visualizar mejor. 

¿Te has quedado con algo concreto?

Yo soy de coger una o dos ideas porque si no se me va pronto la cabeza. Me gustó mucho la rutina de centrarme en ver cómo la bola hace el último metro para entrar en el hoyo, visualizar eso antes de patear. Lo estuve probando y me fue bien.

Hablas mucho de David Morago y el tádem que estáis formando, ¿en qué te está ayudando?

En el campo me gusta porque se queda con todos los detalles del día, por pequeños que sean, y en los greenes me ayuda mucho. Hay dos o tres veces que lo necesito y me saca de la duda. A lo mejor fallamos en la lectura y no entra el putt, pero me ayuda. Sin él dudaría más y sería peor. Me da mucho en los greenes. Y más allá de lo técnico, me empuja a ir a por a más. Me está empujando todo el rato. Me pide que me suelte, que confíe más. Me está planteando retos continuamente y eso a mí me viene bien. Más que jugar un torneo o contra un campo hay veces que parece que estoy jugando contra él. Me ayuda. Me va apretando todo el tiempo y no me deja dormirme. Me flipa cómo lo hace. Por ejemplo, este mes me ha ayudado mucho para mantener la chispa tantas semanas. He jugado 21 rondas en un mes, lo que nunca había hecho en mi carrera.

Después de este inicio, ¿cuál es el objetivo de la temporada, ha cambiado algo?

Es ciento por ciento acabar en el top 20 del Challenge Tour. Los resultados han ido muy bien en unos torneos muy duros como siempre son en Sudáfrica, con mucho jugador local muy bueno. Vuelvo convencido de que hemos podido estar arriba cada semana. Al final, entre el séptimo clasificado y el vigésimo hay medio golpe. Sé que estoy ahí y quiero ir a por más. El objetivo es estar ahí en verano, entre el puesto 20 y el 30 del Challenge. La idea es darme la oportunidad real de conseguirlo.