Jon Rahm gana el Genesis y recupera el Número Uno del mundo
Jon Rahm lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a ganar. Sí, una vez más. Quinto triunfo en sus ocho últimos torneos. Tres victorias en 2023. Este domingo ha conquistado el Genesis Invitational en el histórico recorrido de Riviera Country Club, un campo legendario de Estados Unidos, en Los Ángeles, que cumplirá en 2026 cien años y que ha sido escenario de grandes torneos como el US Open y lo será de los Juegos Olímpicos en 2028.
Rahm se ha impuesto en una jornada final de mucho sufrimiento. De idas y venidas. Una montaña rusa de emoción extraordinaria que ha conseguido controlar y dominar como un campeón. Una vuelta de 69 golpes el domingo fue suficiente para asegurar el triunfo con dos golpes de ventaja sobre Max Homa y tres sobre Patrick Cantlay.
El duelo con Homa ha sido fabuloso. Rahm salió con tres golpes de ventaja y ambos hicieron birdie en el 1. El norteamericano, sin embargo, apretó las tuercas al máximo. No dejaba respirar a Jon. Metía putts de todos los colores y obligó al de Barrika a sacar su mejor versión. Aunque ésta tardó en llegar…
Homa llegó a cazar a Jon en cabeza, compartieron el liderato un par de hoyos y lo acabó superando en el hoyo 12, después de un bogey del español. Se ponía feo el asunto. Por primera vez el domingo, Rahm se veía por detrás y Homa venía creciendo.
Fue ahí, cuando peor pintaban las cosas, cuando Jon sacó toda su magia, su fuerza, su condición de mejor jugador del mundo sin discusión. Metió un putt extraordinario en el hoyo 14, desde el antegreen, desde casi 14 metros. Sí, en el hoyo 14, un par 3 donde nunca había hecho birdie hasta esta semana. Increíble.
Poco después, remataba la faena con un birdie de antología en el 16, otro par 3. Ejecutó un golpe estatosférico y se dejó el ‘2’ dado. Espectacular. Ahí tomaba dos golpes de ventaja y, ahora sí, ya no dejaba ninguna puerta abierta. Lo cerró todo a cal y cantó y se llevó el trofeo como un campeón.
Rahm gana el Genesis Invitational y regresa al Número Uno del mundo por la puerta grande, ganando el torneo y recibiendo el trofeo de Tiger Woods. No se puede pedir mucho más. Enorme, Jon.